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TODOS conocemos a Barack Obama. Obama el Presidente. Y Obama el candidato. Candidato que quieren las mujeres. Presidente que hace de la “unión” su discurso de Estado. Candidato que ora. Presidente que cincela palabras, el de los 165 rostros. El presidente que no mata moscas con el rabo, el que se deja entrevistar por un niño de 11 años. El que toma decisiones sin estar a un lado. El candidato que supo transmitir lo que era el sueño americano. El político de filosofía y política, de estrategia oportuna en vez de la de siempre. La oportuna.

Y aprovechando esa oportunidad, apareció Julia. The life of Julia. Su mujer estratégica, su modelo, el anzuelo republicano. Esa que irrumpe en la campaña a pesar de ser ficción, esa que hace footing por la gran cinta de Internet. Un producto imaginario que no tocamos, pero con el cuál nos podemos identificar. Esa es Julia, la que no respira pero te toca el corazón. Porque Julia puedes ser tú, o puede ser tu madre. Julia puede ser tu esposa, hermana o tu tía. Julia puede ser incluso tu hija. Una Julia que vemos proyectada en los beneficios de lo que ha dado de sí, hasta la fecha, esa construcción del sueño americano. Una Julia que, con Romney, viviría de otra manera, su seguro sería de otra forma y el acceso a las oportunidades también… como tantas cosas.

¿Dónde radica el éxito de Obama? El éxito de Obama radica en el porcentaje de identificación por parte de la ciudadanía: cuantas más personas se identifiquen con Julia, más éxito tendrá el presidente y candidato demócrata a pesar de las campañas en contra que ya están apareciendo. Mientras que Romney diseña una estrategia sin ser sexista y sin que le suponga la baja de algunos cuantos votos por diferencias de género, el número de personas que se pueden identificar con esa Julia estratégica de los demócratas va en aumento. Como en aumento va su propagación por la Red. Ahora bien, ojo: cuidado con la astucia republicana. Los demócratas debe mantener los 5 sentidos (+ 1) bien atentos antes de que la niña de Obama se convierta en la niña de Rajoy.

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