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ÁNGELA PALOMA MARTÍN | Madrid

POCOS días antes de que Juan Manuel Santos ganase la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Colombia, los medios latinoamericanos pronosticaban un empate en las encuestas. Antanas Mockus era (o es) su principal rival en el ring. Un ring donde ambos saben que no juegan solos.

Desde la península, leíamos que Mockus era el fenómeno electoral en Internet. A pesar de ese pronosticado empate, algunos tenían la fiel esperanza de que resultase ganador. Ganador por la gestión de una estrategia: la comunicación a través de Internet.

El crecimiento de Facebook en la campaña del ex alcalde de Bogotá ha llamado la atención a los profesionales de la comunicación que están desarrollando su labor allí, y se han sorprendido del poder de Internet: éste no sólo obtiene resultado en Estados Unidos. Pero en esta campaña online, sin duda, algo ha fallado…

Que los políticos están intentando hacerse un hueco en las redes sociales es cierto, pero no funciona igual una estrategia para todos los países. Cada entorno social es diferente, sólo hay que saber identificarlo y descubrir cuál es la forma ideal de actuar.

Según Enrique Dans, “el secreto del uso de Internet en política hoy no está en Facebook, ni en Twitter, ni en blogs, ni en páginas Web: está en entender Internet, en tener claro qué es lo que Internet ofrece a los ciudadanos, y lo que puede conllevar en la maltratada relación entre políticos y ciudadanos”.

Ben Self fue una de las personas que idearon la estrategia online de la campaña de Barack Obama. En marzo de 2009 hizo públicos en Australia estos nueve secretos a voces bien gestionados:

1.- Aportar información actualizada, pero información: mensajes y vídeos informativos breves y contundentes. En una palabra: claves.

2.- Hacer que la gente que participaba se conociese entre sí: aquí entra el ciudadano como pieza principal del juego. A través del correo electrónico y google maps se facilitaba el contacto con otros seguidores.

3.- Pedir a la gente que hiciese cosas: “the move voters are asked, the more they gave”. Estas son las palabras de Ben Self en la que quiere reflejar que “cuánto más pides a los votantes, más te dan”. Aquí entra en juego el despertar la motivación del ciudadano que está al otro lado de la red: el ciudadano como participante activo.

4.- Hablar mucho con la gente: nuestro hombre clave en esta campaña consiguió también que tres millones de personas se adscribieran a su página de Facebook y dos millones más a la red social propia de Obama. Pero aquí no acababa todo: los mensajes eran respondidos cada minuto que pasaba y se enviaban correos electrónicos con eventos participativos.

5.- Dar TODA la información: publicar todo acontecimiento. Además, no se escondían a la hora de pedir dinero para recaudar fondos. Hasta el director general de la campaña de Obama, David Plouffe, fue protagonista de un vídeo explicando incluso en qué se invertiría lo que se recaudase. En este “dar TODA la información” lo que se pretendía era ser transparentes en los mensajes que se lanzaban.

6.- Dejar a los seguidores que hiciesen su “propias” campañas: dejar libertad a los seguidores para que éstos fuesen los creadores de sus propios eventos.

7.- Hacer “microtargetting”: para interactuar con personas que compartiesen las mismas características registraron a los seguidores atendiendo a unas variables personales como por ejemplo la edad, lugar de residencia, intereses, etc. El objetivo era enviar mensajes más personalizados en función de unos intereses propios.

8.- Investigar: esta sea quizás una de las claves más importantes. Investigar. Saber con qué grupo de personas me voy a enfrentar y si el mensaje que lance va a tener éxito o no, o va a satisfacer sus necesidades o no.

9.- Transmitir pasión: según Ben Self este es el gran secreto de su estrategia. Si este falta no hay éxito por muchas cosas que se hagan.

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