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No sólo los periodistas digitales optarán a los premios Pulitzer. La organización de este galardón ha decidió modificar su criterio: incluirá también páginas web, ya sean de información noticiosa o de opinión, que además estén enlazadas a otras páginas con contenido informativo. ¿El límite? Seguirán excluidos para optar al premio los trabajos en medios audiovisuales y los artículos de revistas y su contenido trasladado a sus respectivas páginas web.

Según ha declarado  el administrador de los premios, Sig Gissler, “Esta revisión proporcionará una mayor flexibilidad para que nos centremos en el mérito de una aportación, en lugar de en la misión de la página web donde se ha publicado”.

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Fotografía de Flickr (LookMePlease!)LEJOS quedaron las cuartillas de la época industrial cuando la información, que estaba totalmente censurada, prohibida, negada, corría de mano en mano y de boca en boca. Tan sólo se pretendía dar a conocer la situación en la que en aquel momento se encontraban. En una época de opresión y de vergüenza donde la sociedad apenas se atrevía a demandar información. Apenas se sabía leer y escribir. En la mina, las noticias dejaron de ser cantadas. En las tabernas, las personas que “compartían” se escondían… Ignorante eran los ciudadanos, y esto suponía al poder un mayor margen de maniobra para la manipulación. Pero lejos han quedado ya esos años, lejos los siglos pasados, no olvidados, recordados. Quizás porque las mejores plumas aún siguen batiendo sus puntas con tinta en nuestra memoria… Esos periodistas que una vez fueron, en cierto modo lo siguen siendo. Ahí quedaron y ahí siguen estando.

Un comienzo algo curioso para hablar de la ruptura de ciertas políticas de clausura y la siguiente apertura a la ventana de la información. Un comienzo algo curioso para hablar de uno de los Nuevos Paradigmas de la Comunicación, un decálogo de alguien que se define como profesor universitario, conferenciante y bloguer, José Luis Orihuela. “De la información al conocimiento” es el décimo y último paradigma de ese decálogo. Un paradigma con dos palabras que reinan en la era de la sociedad de la información: información y conocimiento.

Porque los periódicos impresos se siguen vendiendo en los quioscos, la radio se sigue escuchando y la televisión sigue siendo el aparato favorito dentro de los electrodomésticos que decoran nuestras casas. Sin embargo, algo ocurre cuando llega Internet. Las tecnologías se desarrollan y la sociedad, ante el cambio, se adapta. Ya no falta el ordenador o el portátil como compañero de viaje en los países desarrollados. Nace Internet y con él las nuevas formas de comunicarse y, cómo no, de hacer periodismo.

Con el surgimiento de las nuevas tecnologías las formas tradicionales de información ya no siguen los parámetros tradicionales. El debate comienza: ¿vamos sustituyendo unos medios por otros a medida que evolucionan las nuevas tecnologías?

Efectivamente, y tal y como dice Orihuela, “la superabundancia de información, característica de la era digital, revela la importancia estratégica de los medios como gestores sociales del conocimiento”. Los medios deben convertirse en gestores de la información, algo que pasa también por el gremio documentalista, para que  ésta pase a ser conocimiento. Todo lo que se encuentra en esta llamada web 2.0 es un conglomerado, una abundancia extrema de códigos de datos donde la pantalla del ordenador puede suponer para el usuario una ametralladora de información.

No hace mucho que se publicó un «Manifiesto por Internet»: 17 puntos redactados por 15 periodistas alemanes. El punto número 11 señala que “Más es más – nunca la información es demasiada”. Cierto que ha llegado un momento en el que lo usuarios tenemos la libertad para acceder a la información, para consultar blogs, periódicos digitales, comunicarnos a través de Twitter y redes sociales etc., interacturar al fin y al cabo, pero… ¿dónde está el límite entre información y el conocimiento? La clave está en buscar nuevos géneros narrativos, en saber demandar y ofrecer en Internet., en gestionar. En definitiva, en saber buscar e interpretar el lenguaje que hoy prevalece, el lenguaje digital.

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LLEVA algunos días circulando un Manifiesto de Internet por la red. A mí me lo comunicaron por correo electrónico y después de leerlo he decidido hacerle un espacio en este blog. Veo que estos 17 puntos redactados por 15 periodistas y bloggers están revolucionando la esfera virtual y están causando una gran repercusión. No ya por sus palabras sino porque éstas están siendo aceptadas y verdaderamente valoradas por internautas y periodistas digitales. En él aparecen todas aquellas razones por las que Internet es un soporte informativo, un medio diferente, y la revolución que esto ha conllevado con respecto al imperio mediático tradicional.

Escrito primeramente en alemán, también está escrito en inglés. Aunque la versión en español ha venido de la mano de la autora del blog Uberblogged.com. En este espacio también podemos encontrar una entrada para informarnos del origen y las repercusiones de estas 17 declaraciones.

Os invito a que le echéis un vistazo…


Traducción al español del Manifiesto de Internet, por Úrusla, de Uberblogged


Manifiesto de Internet

Cómo funciona el periodismo hoy. Diecisiete declaraciones

1. Internet es diferente.

Internet genera diferentes esferas públicas, diferentes términos de comercio y diferentes habilidades culturales. Los medios deben adaptar sus métodos de trabajo a la realidad tecnológica actual en lugar de ignorarla o desafiarla. Es su deber desarrollar la mejor forma de periodismo posible basada en la tecnología disponible. Esto incluye productos y métodos periodísticos nuevos.

2. Internet es un imperio mediático tamaño bolsillo.

La web reacomoda las estructuras de medios ya existentes trascendiendo sus antiguas fronteras y oligopolios. La publicación y diseminación de los contenidos de medios han dejado de estar atados a grandes inversiones. La autoconcepción del periodismo está —afortunadamente— siendo privada de su función de centinela. Todo lo que nos queda es la calidad periodística a través de la cual el periodismo se diferencia de la mera publicación.

3. Internet es nuestra sociedad, nuestra sociedad es Internet.

Las plataformas basadas en la web como las redes sociales, Wikipedia o YouTube se han vuelto parte de la vida cotidiana de la mayoría de las personas del mundo occidental. Éstas son tan accesibles como el teléfono o la televisión. Si las empresas de medios quieren seguir existiendo, deben entender el universo conjunto de los usuarios actuales y abrazar sus formas de comunicación. Esto incluye formas básicas de comunicación social: escuchar y responder, también conocido como diálogo.

4. La libertad de Internet es inviolable.

La arquitectura abierta de la Internet constituye la ley IT básica de una sociedad que se comunica digitalmente y, consecuentemente, del periodismo. No puede ser modificada por el mero propósito de proteger los intereses comerciales o políticos frecuentemente escondidos detrás de la ficción del interés público. Sin importar cómo esté hecho, bloquear el acceso a Internet pone en peligro la libre circulación de la información y corrompe nuestro derecho fundamental a decidir nuestro propio nivel de información.

5. Internet es la victoria de la información.

Por causa de una tecnología insuficiente, las empresas periodísticas, los centros de investigación, las instituciones públicas y otras organizaciones han sido las encargadas de compilar y clasificar la información mundial hasta ahora. Hoy en día cada ciudadano puede montar su propio filtro personal de noticias mientras que los motores de búsqueda explotan la abundancia de información con una magnitud nunca antes vista. Los individuos ahora pueden informarse mejor que nunca.

6. Internet cambia perfecciona al periodismo.

Gracias a la Internet, el periodismo puede cumplir con su rol social-educativo de una nueva manera. Esto incluye presentar la información como un proceso continuo y de cambio constante; la confiscación de la inalterabilidad de la prensa es un beneficio. Aquellos que quieran sobrevivir en este nuevo mundo de información necesitan de un idealismo rejuvenecido, con nuevas ideas periodísticas y un sentido de placer al explotar este nuevo potencial.

7. La red requiere establecer contactos.

Los enlaces son conexiones. Nos conocemos a través de enlaces. Aquellos que no los usan se excluyen a sí mismos del discurso social. Esto también aplica para los sitios web de los medios tradicionales.

8. Los enlaces retribuyen, las citas adornan.

Los motores de búsqueda y los agregadores facilitan el periodismo de calidad: elevan el hallazgo de contenido excepcional sobre una base a largo plazo y por lo tanto son una parte integral de la nueva esfera pública conectada. Las referencias a través de enlaces y menciones —especialmente aquellas hechas sin ningún consentimiento o siquiera remuneración de su creador—hacen, en primer lugar, posible la cultura misma del discurso social conectado. Ellos son, en todos los casos, dignos de protección.

9. Internet es la nueva sede del discurso político.

La democracia prospera con la participación y la libertad de información. Transferir la discusión política desde los medios tradicionales hacia la Internet y expandirse en ésta discusión involucrando la participación activa del público es una de las nuevas tareas del periodismo.

10. Hoy libertad de prensa significa libertad de opinión.

El artículo 5 de la Constitución Alemana no comprende derechos de protección para profesiones o modelos de negocio técnicamente tradicionales. La Internet invalida los límites tecnológicos entre el amateur y el profesional. Esta es la razón por la que el privilegio de la libertad de prensa debe aplicar para cualquiera que desee contribuir al cumplimiento de las obligaciones periodísticas. Cualitativamente hablando, no debería existir diferencia alguna entre periodismo remunerado y no remunerado, sino entre periodismo bueno y periodismo malo.

11. Más es más – nunca la información es demasiada.

Había una vez instituciones tales como la Iglesia que priorizaban el poder por encima de la conciencia personal y alertaban sobre un flujo de información sin filtros cuando la imprenta fue inventada. Por otro lado estaban los panfleteros, enciclopedistas y periodistas que probaron que más información conduce a más libertad, tanto para el individuo como para la sociedad en su conjunto. Al día de hoy, nada ha cambiado al respecto.

12. La tradición no es un modelo de negocio.

Se puede hacer dinero en Internet con contenido periodístico. Existen muchos ejemplos de esto actualmente. Sin embargo, a causa de que la Internet es altamente competitiva, los modelos de negocio tienen que ser adaptados a la estructura de  la red. Nadie debería intentar fugarse de esta adaptación esencial diseñando políticas destinadas a preservar el status quo. El periodismo necesita abrir competencias para las mejores soluciones de refinanciación en la red, junto con el coraje de invertir en la implementación multifacética de estas soluciones.

13. El Copyright se vuelve un deber cívico en la Internet.

El derecho de reproducción es la piedra angular fundamental de la organización informacional en la Internet. Los derechos de los creadores para decidir el tipo y ámbito de diseminación de sus contenidos también son válidos en la red. Al mismo tiempo, el copyright no deberá ser abusado como una palanca para salvaguardar mecanismos de abastecimiento obsoletos y aislar nuevos modelos de distribución o programas de licencias. La propiedad acarrea obligaciones.

14. Internet posee numerosas divisas.

Los servicios periodísticos en línea financiados a través de anuncios ofrecen contenido a cambio del “efecto-tirón”. El tiempo de un lector, espectador u oyente es valorable. En la industria del periodismo, esta correlación siempre ha sido uno de los principios fundamentales de la financiación. Otras formas de refinanciación que son periodísticamente justificables necesitan ser forjadas y evaluadas.

15. Lo que está en la red se queda en la red.

La Internet está elevando al periodismo a un nuevo nivel cualitativo. Texto, sonido e imágenes en línea ya no tienen que ser transitorios. Permanecen recuperables, y por consiguiente construyen un archivo de historia contemporánea. El periodismo debe tomar el desarrollo de la información, su interpretación y errores en consideración, por ej., debe admitir estos errores y corregirlos de una manera transparente.

16. La calidad permanece como la cualidad más importante.

La Internet desacredita los productos homogéneos en masa. Sólo aquellos que sobresalen, son creíbles y excepcionales conseguirán una audiencia estable a largo plazo. Las demandas de los usuarios se han incrementado. El periodismo debe satisfacerlas y acatar sus propios principios formulados.

17. Todos para todos.

La web constituye una infraestructura para el intercambio social superior a la de los medios masivos de comunicación del siglo 20: cuando entra en duda, la “generación Wikipedia” es capaz de valorar la credibilidad de una fuente, rastrear noticias hasta la fuente original, investigarla, chequearla y evaluarla —solos o como parte de un esfuerzo grupal. Los periodistas que desdeñan esto y no están dispuestos a respetar estas habilidades no serán tomados en serio por estos internautas. La Internet hace posible comunicarse directamente con aquellos alguna vez conocidos como destinatarios —lectores, oyentes y espectadores—y sacar provecho de su conocimiento. No son los periodistas sabelotodos los que están en demanda, sino aquellos que comunican e investigan.

Internet, 07.09.2009

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