De Cerca

#AcopBilbao2012. Entre las luces y las sombras de la comunicación política

Stan Greenberg en #AcopBilbao2012. Fotografía de @anpamar

Ponencia de Stan Greenberg moderada por Luis Arroyo en #AcopBilbao2012. Fotografía de @anpamar

DURANTE los días 14, 15 y 16 de junio se sucedieron diferentes ponencias en torno a la comunicación política en la Alhóndida, Bilbao, organizado por ACOP (Asociación Comunicación Política). Si hace dos años, para los que nos iniciábamos en este mundo entrando de lleno en lo profesional, el I Encuentro suponía un punto de inflexión y toda una oportunidad para ahondar en la parte más estratégica, este año ha supuesto una apertura de ojos, una gran película en la que se ven pasar frames entre luces y sombras.

Cada minuto supuso un reto. Y el objetivo fue compartir experiencias y enriquecer la profesión para, a su vez, enriquecer el entorno en el que vivimos. Para algunos dicho objetivo se consiguió. Para otros, francamente no.

El cartel era muy bueno: Evgeny Morozov, intentando aportar lo mejor de sí ante el desengaño de Internet; Michael Gazzaniga, entre la justicia y la libertad de las personas, no de los cerebros; Steven Dong y Wiebo, que no Twitter, y su no tan mala censura en China; Judith Torrea, haciendo de su voz la melodía mexicana que cuenta el relato de Ciudad Juarez, en la sombra del narcotráfico; Esteban Moro explicando los RT’s con consecuencia y software, y las ráfagas de la comunicación humana; Leandro Raposo, con su “joder” contundente en medio de su ponencia y la demostración de que las campañas que deberían estar desarrollando los políticos, las están haciendo las empresas. Cristina Gallach y Sergio Jellinek dieron duras ponencias en relación a Europa y al Banco Mundial. Manuel Campo Vidal trajo consigo su experiencia en la mesa de debate de los candidatos que quisieron ser un día presidentes a partir de tres premisas: liderazgo, confianza y preparación. Gianpietro Mazzoleni no habló de su política pop. David Redoli volvió a darnos pinceladas sobre discursos, pero con una novedad: un vídeo final que impactó sobre las palabras, esas que son capaces de cambiar el rumbo de nuestra historia. Christian Salmon y sus cuatro condiciones sistémicas (Storytelling, timing, marco conceptual y networking) no supieron sorprender; Margaret Scammell y su concepto analítico de la marca. Antonio Sola, y sus ¿400 campañas?, junto con Nagore de los Ríos y ese striptease,  para hablar de open government, que atrajo la atención para resto de la ponencia , fueron las exposiciones más valoradas por los asistentes. José Miguel Contreras (el catedrático que no es cómo los de antes), su bronceados, sus partidos de tenis a la hora de comer, el cómo ser empleado en esta profesión siendo el chico de los cafés, el porqué no cobrar la asesoría política, y aquello sobre lo que nos faltó tiempo para hablar, crisis, marcaron la jornada de la tarde. Roman Gubern (el catedrático de los de siempre) narró de historia y de cine, pero también preguntó, y se intentaba responder. Y, como colofón, Stanley Greenberg, el que fuera asesor de Clinton y Mandela, repitió en Bilbao y se convirtió en socio honorario de ACOP. Nos habló de elecciones en EEUU, Obama, Romney y, documentado, lo que decidirá esta campaña: clase media y economía.

Los talleres organizados para el sábado los dirigieron Joaquín Fernández, Jorge Santigo Barnés, Javier Puig, Jorge Rábago, Daniel Ureña y Yago de Marta.

Si hay algo faltó en este encuentro fue profundizar más sobre “la que nos está cayendo” y convertirse en un real laboratorio de tendencias en torno a esta crisis.

Ahora bien, si esto supone un punto de partida en relación a la mejora de nuestra profesión desde el pedestal profesional y académico, hay algo que debemos de trabajar por nosotros mismos para ser ejemplo de calidad y no de mediocridad:

  1. Antes de dar una ponencia, infórmate de quién es tu audiencia.
  2. No pidas un Mont Blanc a tu público como quien pide un boli bic.
  3. Cita SIEMPRE: no te lucres de las teorías de investigadores y académicos de las cuales no te acuerdas y que no conoces.
  4. Prepara tus exposiciones, que no se noten que son presentaciones anticuadas sin fundamentos.
  5. Adecua tu mensaje en relación al contexto.
  6. El protagonista es el mensaje, no tú mismo.
  7. No confundir conceptos técnicos y tampoco básicos: que la experiencia (o mala experiencia) no te juegue una mala pasada.
  8. Si te presentas para liderar un “taller” sobre un tema en concreto, no des una charla de más de tres horas sobre otro distinto. 

 

 


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