De Cerca
Borrón y cuenta nueva: el renacer de Obama
Obama, tras terminar su comparecencia en Washington
CERREMOS los ojos por un instante. Cerrémoslos e imaginemos cómo se habrá levantado esta mañana el que es el hombre más importante del mundo: Barack Obama. Ese que un día revolucionó a la sociedad americana con su temple, su marca impresa a fuego en su rostro en términos de comunicación y con convicción esperanzadora porque, de verdad, los americanos pensaron “que podían”.
¿Obama ha visto con estas legislativas sus deseos incumplidos? Después de estas elecciones, los republicanos, como él mismo ha reconocido, le han dado una “paliza”. Pero ha hecho algo que pocos líderes hacen después de una derrota de este calibre: asumir responsabilidades y apoyar al equipo rival. Los analistas y estrategas políticos dirán que no le queda otra, pero en política siempre hay más posibilidades para jugar la partida.
Borrón y cuenta nueva. Dos años más tarde, comienza para Barack Obama otra era. Una era donde no tiene el mando él sólo y donde cada decisión repercute a más de medio mundo. Ahora hay que estar expectante, cualquier error haría caer todas las piezas del dominó…
7 comentarios
Ángela Paloma (Author)
Queridos Domingo y Jorge,
Empecemos las apuestas pues…
¿Saldrá reelegido?
Jorge
Estoy de acuerdo con Domingo.
Por otro lado, teniendo en cuenta que el Partido Demócrata es lo menos parecido a un bloque monolítico y que se parece más a una variedad psicótica de tipos extraños (hay que tener en cuenta, por ejemplo, que 34 demócratas votaron contra la reforma sanitaria) Obama no se va a encontrar con algo demasiado distinto a lo que estos dos años ha conocido. Con mayoría en las dos cámaras aprobar ciertas cuestiones fue un largo camino de disgustos. La diferencia ahora es que su enemigo es más grande, que sí le considera un enemigo a él y que, por supuesto, es sobradamente más radical.
Veremos cómo acaba la cosa, pero yo apuesto porque Obama saldrá reelegido.
¡Un saludo!
Domingo
Cuando uno genera expectativas astronómicas es normal que, al contacto con la realidad, aquellas descarrilen y llegue el desencanto. Y eso es lo que le ha pasado al pueblo estadounidense con Obama, que en apenas dos años ha dilapidado su enorme caudal de popularidad. Bien es cierto que le han tocado muy malas cartas, pero algunas manos de la partida podía haberlas jugado mejor. Dicho lo cual, sigo sin entender, en el complejo sistema electoral de EEUU, el porqué de unas legislativas a mitad de mandato que puedan dejar cojo al presidente. En dos años de presidencia no da tiempo a hacer prácticamente nada ni a consolidar un proyecto y los dos restantes ya están hipotecados. Menudo planazo.
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