De Cerca

Sin reflexión para el voto de los derechos

Diario de campaña. El 20D, día de las elecciones

Publicado en BEZ el 20 de Diciembre de 2015

Facebook Pedro Sánchez

Y llegó el momento de traducir la indignación, las críticas y la indecencia en votos. También la indiferencia. Que una mujer de más de sesenta años baje en silla de ruedas dos pisos con la ayuda de sus familiares no debe ser indiferente. Porque para muchas personas un voto ha significado mucho más que la lucha por sus derechos y por sus oportunidades. Los candidatos ya han ejercido su derecho al voto. ¿Quiénes ganarán después de los resultados? Todos. Ganarán la confianza de quiénes los han votado y de quiénes han apostado por su proyecto político. Pero muchos ya han perdido, como diría Javier Valenzuela, “perdimos empleos, viviendas, derechos, nivel de vida… casi todo menos la dignidad”.

Hay reflexiones que no pasan por pensar para decantarse por una fuerza política u otra. Pasan por pausar nuestra actividad cotidiana para re-flexionar, entendiéndolo como la reflexión ontológica de la que hablaban los escolásticos modernos. Una re-flexión entendida desde la atención que se vuelve a prestar a lo conocido o a lo vivido. Para muchos, la jornada de reflexión ha sido la jornada de los derechos vividos, los que quedan por alcanzar y los que nos han sido negados durante los últimos años; la jornada de reflexión ha sido la jornada de la sanidad pública en España y el reto que tiene por delante en un país como el nuestro en una situación como esta; ha sido también la jornada de la calidad educativa, la situación de nuestros maestros, las oportunidades de nuestros hijos, sobrinos, de nosotros mismos –como dijo Ángel Gabilondo en el acto de cierre de campaña del PSOE: “que se enteren, la economía es conocimiento”-; ha sido también la jornada de la igualdad entre hombres y mujeres, del derecho a decidir cómo y cuándo queremos las mujeres ser madres, del derecho a defender nuestra vida con un grito unánime -de hombres y mujeres- ante la violencia machista.

La reflexión de los candidatos en estas elecciones ha pasado por pedir el voto en silencio a través de la comunicación política. Su reflexión no es ideológica porque nadie duda de qué van a votar. Toda su atención está en no cometer errores en el último momento porque hay candidatos cuyos errores se ven traducidos en costes electorales. Aunque cabe decir que hay campañas electores brillantes en términos de comunicación política que desembocan en fracasos electorales inevitables. Una buena campaña electoral no garantiza el éxito, del mismo modo que un líderes mediocres tienen todas opciones de gobernar un país.

Diseñar el día de reflexión de los candidatos pasa por varios elementos: proponer actividades relacionadas con el propio candidato, con la normalidad de su día a día, pero que esconden mensajes indirectos con el fin de provocar una reacción; actividades con el transcurso de su campaña electoral y el relato que hayan construido en ella –lema, ruta, enfoque, discurso…-, y con proyectar una imagen de ejemplaridad política incuestionable. Con esta información, sus equipos de campaña construyen la narrativa desde los canales oficiales de comunicación directa de cada partido político.

Pedro Sánchez protagonizó su día en familia. Acompañado de sus hijas y su mujer, estuvo en un partido de baloncesto –donde participaba su hija menor- aprovechó para la decoración navideña y fue al cine a ver Star Wars: el despertar de la fuerza. Ojo con el título. Su equipo de redes, aprovechando el momento navideño y relacionándolo con parte de sus últimos discursos, levantó una acción en red bajo el hashtag #RojoPSOE y bajo el frame “estrena algo rojo estas navidades”. Mariano Rajoy ha escogido también el deporte como actividad en su día de reflexión, familia y “aire fresco”. Cuidado con ese aire fresco. Su equipo de redes comparte cómo, el todavía presidente, pasa el día con su perro también. Pero no se ha percibido ninguna acción en red por parte de las cuentas oficiales de Twitter de su partido.

Mientras, Pablo Iglesias cuenta en Twitter que ha asistido a la proyección de la película “B de Bárcenas” y nos dice que “nadie debería perdérsela”; pero ha hecho doblete cinematográfico con la misma película a la que ha asistido Pedro Sánchez. Además, también ha estado con Juan Carlos Monedero y Carolina Bescansa y su bebé, mostrando quizás su lado más humano. Albert Rivera ha estado con su equipo de campaña y aprovechó el resto del día para estar con su pareja y su hija en Barcelona. El perfil de Twitter de Ciudadanos, al igual que el del PP, se ha mantenido tranquilo. Y Alberto Garzón viajó a Málaga, donde vota, para aprovechar el tiempo con la familia y los amigos. Ahora bien, su equipo ha estado “de película”. En Twitter, la cuenta de Izquierda Unida ha estado muy activa en el día de reflexión, protagonizada por el hashtag #LaAmenazaFantasma por el visionado del film, y por los comentarios del propio equipo en clave de humor desde el hashtag #LaCuevaDeGarzón. Después de leerlos cabe pensar cómo la comunicación política en clave digital ha podido sobrevivir sin gifs.

Ya no hay día reflexión que valga en la era de Twitter, donde los tiempos de publicación de mensajes juegan un papel vital que marca el protagonismo visual con el fin de influir, como ha hecho Podemos con sus tweet fijado: Por nuestros mayores, por nuestros jóvenes, por ti, por mi, por nosotras #VotaPodemos20D. El PSOE ha querido protagonizar no el impacto visual, sino la conversación, como decíamos, aprovechando palabras del propio Pedro y apostando por la creatividad del contenido para conseguir la viralidad y la movilidad que se espera del electorado que necesitan con el #RojoPSOE.

No hay reflexión que valga en unas elecciones tan impredecibles donde los derechos de la mayoría están prácticamente en subasta pública. El voto será el reflejo de una nueva identidad de una España nueva cansada de un contexto de crisis permanente y de frustración colectiva.

DIARIO DE CAMPAÑA